Cocinar ahorrando energía: tres consejos fundamentales, uno de los cuales nadie conoce

Cocinar ahorrando energía no es una misión imposible: sólo con unos cuantos trucos podrás lograrlo, aquí te damos algunos consejos para una cocina sostenible.

Cocinar de forma eficiente no solo reduce los gastos del hogar, sino que también ayuda a proteger el medio ambiente. De hecho, cocinar representa aproximadamente el 11% del consumo eléctrico anual de los hogares. Reducir este consumo es un paso importante hacia la sostenibilidad. Este artículo ofrece consejos prácticos, desde la preparación hasta la conservación, para cocinar con bajo consumo energético.

Tres consejos fundamentales para ahorrar energía en la cocina

Para un consumo eficiente, además de los electrodomésticos modernos, es crucial considerar los utensilios de cocina. Las ollas y sartenes desgastadas o deformadas provocan una dispersión de energía. Es preferible elegir materiales metálicos oscuros como el hierro fundido y el cobre, que reducen los tiempos de cocción en comparación con la cerámica o el vidrio, que conducen menos el calor.

Además, las dimensiones de los utensilios deben corresponderse perfectamente con las de la placa de cocción; las ollas demasiado pequeñas o demasiado grandes desperdician energía. Por último, el uso de una tapa es esencial: cocinar sin tapa consume aproximadamente tres veces más energía. La tapa debe ajustarse perfectamente a la olla.

Hay tres métodos de cocción especialmente eficaces:

Cocción lenta: Reduce el consumo de energía y conserva las vitaminas y nutrientes. Basta con uno o dos centímetros de agua para cocinar al vapor.

Cocción al vapor: Este método es muy eficiente porque el aire caliente y húmedo transfiere el calor a los alimentos con mayor eficacia que el aire caliente y seco de un horno tradicional. El vapor penetra rápidamente, manteniendo los alimentos crujientes y jugosos, con un ahorro de energía significativo en comparación con el horno.
Cocción a presión: Utilizando vapor y presión, la olla a presión cocina los alimentos más rápido, ahorrando hasta un 50% de energía. La temperatura interna puede alcanzar los 120 °C en poco tiempo gracias al vapor no dispersado. En este caso, el fondo de la olla debe ser plano y adecuado para la placa.

Para cocinar al horno, usar la función de ventilador permite reducir la temperatura entre 20 y 30 grados y cocinar varias bandejas a la vez, ahorrando energía. No siempre es necesario precalentar el horno; para muchos platos, se puede evitar. También es recomendable aprovechar el calor residual apagando la estufa o el horno 5-10 minutos antes de terminar la cocción. Para porciones pequeñas y bebidas, el microondas es más eficiente energéticamente que la estufa.

El almacenamiento sostenible de alimentos es igualmente importante. Usar recipientes reutilizables de vidrio, acero inoxidable o cerámica es más ecológico que el film y el aluminio, cuya producción consume mucha energía y es contaminante. En invierno, puedes usar balcones o terrazas para guardar alimentos, reduciendo la carga del refrigerador. Para descongelar, es preferible hacerlo en el refrigerador en lugar del microondas o con las funciones de descongelación del horno, ya que es más delicado y ayuda a enfriar el interior del refrigerador. Los platos calientes siempre deben enfriarse completamente antes de colocarlos en el refrigerador.

Consejos adicionales

Para cocinar eficientemente, adopta prácticas sostenibles como lavar frutas y verduras en un recipiente para ahorrar agua y elige electrodomésticos con etiqueta energética alta, prefiriendo las placas de inducción para un mayor ahorro. Usa iluminación LED y evalúa los sistemas de cocina inteligente para optimizar el consumo. Al adoptar estas precauciones con los dispositivos y las técnicas de cocina adecuados, contribuirás significativamente a la protección del medio ambiente y a ahorrar dinero.