Si quieres mantenerte en forma, pero comer algo rico te decimos cómo: el plato indio en su versión light y sin calorías
La gastronomía india es una de las más y mejor valoradas del planeta. A todos se nos vienen a la cabeza comidas ricas en especias y un tanto picantes, pero es mucho más. Al resto del mundo han llegado algunas de sus espectaculares salsas o preparados para cocinar, aunque como en la India no se comerán en ninguna parte, eso os lo podemos asegurar. A lo largo de este artículo os explicaremos qué cocinar y cómo hacerlo para saciar tu hambre de comida del otro lado del mundo de la forma más fit.
Te vamos a enseñar cómo preparar pollo al curry de la forma más saludable. Es uno de los platos más tradicionales de la India, pero tiene un problema en forma de calorías. Normalmente se hace a base de curry y de leche de coco. Este último ingrediente contiene muchas calorías, de ahí que no sea lo más light para su querida dieta. No te preocupes, eso sí, porque hay alternativas que te van a ayudar a comer ese rico manjar sin perder la línea que quieres mantener.
Por suerte para todos los amantes de la cocina india, es posible comer el mejor pollo al curry de la forma más sana. Solo tienes que sustituir la leche de coco por un vaso de leche desnatada. El resto de los ingredientes son: pechugas de pollo, cebolla y dos dientes de ajo para la carne. Ahora te contamos cómo hace la salsa de curry más especial.
Para preparar la mejor salsa de curry debes tener en cuenta estos ingredientes: cucharada sopera de harina, caldo de pollo, vaso de leche desnatada, tres o cuatro cucharadas de curry, sal, pimienta y una cucharada de tomate natural.
Después de tener todos estos ingredientes, sigue estos pasos. Primero debes picar en pequeños trozos los ajos y la cebolla. Debe estar muy bien picado para que una muy bien su sabor por las pechugas de pollo. Posteriormente debes cortar las pechugas de pollo, pero debes hacerlo de forma de tiras, para así ser más fiel a la realidad. Pones en una sartén un poco de aceite y añades la cebolla y los ajos, para después juntarlos con el pollo previamente cortado.
Después de aconsejamos añadir el resto de ingredientes a excepción del tomate natural y la leche. En cuanto añadamos ambas cosas, unos minutos después, bajamos el fuego para que se vaya haciendo muy poco a poco hasta que espese su textura.
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