Hay personas que adelgazan o se mantienen en forma sin pisar un gimnasio, sin seguir entrenamientos estructurados. No es magia, y no se trata solo del metabolismo.
La respuesta está en un concepto que muchos desconocen, pero que la ciencia confirma: se llama NEAT. No es una dieta, no es un entrenamiento como tal, sino una forma de quemar calorías a través de los movimientos cotidianos, esos que haces sin darte cuenta. Y lo más sorprendente es que quizás ya lo estás haciendo… sin saberlo.
NEAT significa Non-Exercise Activity Thermogenesis, es decir, la termogénesis generada por actividades no relacionadas con el ejercicio físico tradicional. Caminar, levantarse de la silla, ordenar la casa, gesticular, estar de pie… todo eso forma parte del NEAT.
Estas acciones, acumuladas a lo largo del día, pueden llegar a quemar incluso más calorías que una sesión clásica de entrenamiento. Por supuesto, depende de lo que haces durante el día y de cuán constante es ese movimiento.
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas mujeres —y también hombres—, aunque no practiquen deportes, siguen estando en forma? ¿O cuando le preguntas a alguien “¿cómo haces para estar así?” y te responden “nada”?
Bueno, ese “nada”, en realidad, seguramente es mucho más de lo que parece.
Estas actividades, que realizas durante todo el día, no requieren motivación, ni equipamiento, ni desplazamientos especiales. Y si el movimiento es constante, aunque sea leve, el cuerpo no se estresa, no se eleva el cortisol y el metabolismo se mantiene activo de forma continua.
Suena genial, ¿verdad? Pero antes asegúrate de incorporar estos movimientos siempre que puedas: subir escaleras en lugar de usar el ascensor está en primer lugar entre las actividades recomendadas.
Incluso si no vives en un edificio, seguro que puedes encontrar escaleras en algún sitio.
Camina mientras hablas por teléfono, ofrece llevar siempre al perro a pasear, haz recados caminando, o realiza tareas domésticas básicas como hacer la cama, lavar los platos, tender la ropa. Y si quieres ir un poco más allá, puedes aplicar trucos simples: como programar un temporizador para levantarte cada hora de la silla, ir a hablar con alguien en persona en lugar de enviar un mensaje, buscar cualquier excusa para moverte de forma intencionada.
Este estilo de vida es ideal para quienes no aman el deporte, tienen poco tiempo, tienen sobrepeso o dificultades articulares, o simplemente para los que trabajan desde casa y tienden a estar demasiado tiempo sentados.
Muchas personas creen que se mueven suficiente solo porque hacen una hora de gimnasio de vez en cuando. Pero si luego pasas el resto del día sentado sin levantarte, tu cuerpo sigue inactivo por demasiadas horas.
Otro error común es pensar que solo vale el movimiento que te hace sudar. En realidad, el NEAT funciona justamente porque es constante, suave y está integrado en tu rutina diaria.
Incluso aunque hagas un entrenamiento intenso, si luego pasas horas inmóvil frente al ordenador o en el sofá, no compensa. El NEAT es un verdadero aliado solo si lo mantienes activo a lo largo del día, incluso en los días en que entrenas.
En resumen, no se trata de moverse más en una hora, sino de moverse un poco en cada hora.
No necesitas ser un atleta para bajar de peso. A veces, el cambio más duradero empieza con los gestos más simples: esos que ya haces, pero a los que no les prestas atención. El NEAT está ahí, en tu día a día, en tu cuerpo, en tu ritmo. Solo necesitas darte cuenta y convertirlo en tu aliado. Es el movimiento que no te pide nada… pero te da muchísimo.
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