Halloween sin dulces es como una calabaza sin vela. Pero si estás a dieta, no tienes por qué renunciar a la diversión (ni al chocolate).
Estas galletas de avena son la forma perfecta de celebrar Halloween con ligereza y sabor. Están hechas con ingredientes sencillos y naturales: una base de plátano y copos de avena, que las hace dulces sin necesidad de azúcar añadido, y se hornean en pocos minutos. ¿El resultado? Galletas suaves, rústicas, con un corazón cremoso de crema proteica de cacao o yogur griego con cacao, que puedes decorar de forma divertida o monstruosa con almendras y pepitas de chocolate.
Son ideales para niños, como merienda saludable temática o incluso para llevar a una cena con amigos, sin saltarte la dieta. Puedes prepararlas con antelación, conservarlas varios días y personalizarlas como quieras. Incluso quienes no están a dieta las adorarán, y nadie sospechará que son fit.
Sanas, monstruosas, divertidas y… con ese toque cremoso en su interior que las hace irresistibles incluso para quienes cuidan su alimentación.
Para unas 10 galletas
2 plátanos maduros (unos 200 g)
120 g de copos de avena
1 cucharadita de canela (opcional)
1 cucharada de crema proteica de avellanas o yogur griego con cacao
Pepitas de chocolate negro 85 % (para decorar)
Almendras enteras o laminadas (para ojos o dientes)
En un bol, aplasta los plátanos hasta obtener un puré.
Añade los copos de avena y mezcla bien. Si la masa queda demasiado blanda, déjala reposar 5 minutos.
Forma bolitas, aplánalas ligeramente y colócalas sobre una bandeja de horno con papel vegetal.
Con una cucharita, haz un pequeño hueco en el centro de cada galleta (sin llegar al fondo) y añade medio cucharadita de crema de avellanas o yogur al cacao.
Cubre con un poco de masa y ciérralas suavemente con los dedos, dándoles formas irregulares.
Decora con pepitas de chocolate como ojos y almendras en forma de dientes o cuernos para darles un aspecto monstruoso.
Hornea en horno estático precalentado a 180 °C durante 12-15 minutos, hasta que estén doradas. Deja enfriar antes de manipularlas.
Puedes usar copos de avena finos o triturados para una textura más suave. En lugar de la crema de avellanas, prueba mantequilla de almendras, crema proteica de pistacho o ricotta con cacao. Para una versión vegana, usa yogur vegetal y pepitas de chocolate sin lactosa. También están riquísimas sin relleno, como galletas simples para el desayuno o un snack saludable.
Evita usar plátanos verdes: el resultado será menos dulce y menos cremoso. No rellenes demasiado las galletas o el relleno se saldrá durante la cocción. Y no olvides dejarlas enfriar antes de tocarlas: recién horneadas son frágiles, pero se vuelven más compactas con el tiempo.
Unas 80-100 kcal, según el relleno elegido.
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