Después de los 50, la mirada a veces se ve más apagada y los párpados tienden a caerse. ¿Cómo puedes realzar esto con maquillaje?
La belleza femenina no tiene edad, pero el maquillaje suele ser un valioso aliado para realzar su madurez con elegancia y estilo. Después de los 50, el objetivo no es disimular, sino iluminar y definir, teniendo en cuenta los cambios en la piel debidos al envejecimiento. Aquí tienes consejos de expertos en maquillaje sobre cómo aplicar maquillaje de ojos específico para pieles más maduras.
La primera regla para un maquillaje impecable después de los 50 es, sin duda, el cuidado de la piel. Una rutina diaria que incluya limpieza e hidratación es esencial. Tómate el tiempo para limpiar tu rostro por la mañana y por la noche y aplica una buena crema hidratante, preferiblemente con FPS 20 o superior, para proteger tu piel de las agresiones externas. Una piel bien cuidada es la base perfecta para tu rutina de belleza.
En cuanto al maquillaje, la clave está en la ligereza. Olvídate de las bases de maquillaje pesadas y de cobertura total que pueden resaltar las arrugas y crear un efecto de máscara. En su lugar, opta por fórmulas más ligeras e hidratantes que unifiquen tu tez sin apelmazarla. La prebase es tu mejor aliada, ya que suaviza la textura de la piel y ayuda a que el maquillaje dure más.
Otro aliado esencial es el corrector. Elige uno enriquecido con ingredientes antiedad para cubrir decoloraciones e imperfecciones, y aplícalo estratégicamente para iluminar la mirada y disimular ojeras e imperfecciones. Finalmente, para añadir un toque de color saludable, elige un rubor en crema en lugar de uno en polvo: se funde mejor con la piel y aporta un aspecto fresco y natural.
A la hora de maquillar, los ojos merecen una atención especial: con el tiempo, las cejas pueden adelgazarse, pero se pueden redefinir con un lápiz o gel de color, dibujando líneas ligeras y precisas para recuperar la forma y el volumen.
Para el maquillaje de párpados, los colores neutros y brillantes son la opción perfecta: las sombras de ojos en tonos como beige, gris topo, rosa palo o marrón claro son perfectas para abrir la mirada sin acentuarla. Evita las texturas demasiado brillantes o los colores oscuros y recargados, que podrían hacer que los ojos se vean más pequeños y acentuar las arrugas.
El rímel es esencial, pero antes de aplicarlo, siempre se recomienda usar un rizador de pestañas para rizar las pestañas y luego aplicar una o dos capas de rímel: esto añadirá intensidad y profundidad a la mirada. Este simple gesto puede hacer maravillas, haciendo que tus ojos se vean más grandes y vibrantes.
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