Esponjosas, aromáticas, ligeras: estas tortitas de limón y chía son tan buenas que te parecerá estar haciendo una trampa… aunque en realidad no lo estés haciendo.
Cuando buscas un postre que sea realmente delicioso pero también compatible con tu dieta, a menudo te encuentras con recetas tristes o sin sabor. Pero no es el caso de estas. Las mini tortitas de limón y semillas de chía son la respuesta inteligente para quien quiere algo dulce, pero sin excesos. Tienen una base sencilla hecha con yogur, harina integral y huevos, sin mantequilla, con muy poco azúcar (o edulcorante) y un aroma a limón que te envuelve ya durante la cocción.
La magia está en la textura: blandas por dentro, ligeramente doradas por fuera, con las semillas de chía que aportan un toque crujiente y un extra de fibra y omega 3. Puedes prepararlas con antelación, guardarlas en la nevera y disfrutarlas en el desayuno, como merienda o como postre ligero. Te darán energía sin pesadez y satisfacen las ganas de algo rico incluso cuando sigues un régimen más controlado.
A primera vista podrían parecer tortitas “de pastelería” por lo bonitas que son, pero la realidad es que se preparan en un solo bol y en poquísimos pasos. Son perfectas cuando necesitas un dulce listo para tener en la nevera o para llevar contigo. Y si quieres, también puedes enriquecerlas con una crema proteica, fruta fresca o un poco de coco rallado.
Para 6 tortitas individuales (molde para muffins):
2 huevos
100 g de yogur griego 0 % (o entero)
60 g de harina integral
1 cucharada de semillas de chía
Zumo y ralladura de 1 limón ecológico
30 g de eritritol o 15 g de azúcar moreno
½ sobre de levadura para postres
Vainilla natural (opcional)
En un bol bate los huevos con el edulcorante elegido, hasta obtener una mezcla clara y espumosa.
Añade el yogur, la ralladura y el zumo de limón, mezclando bien.
Incorpora la harina tamizada con la levadura y luego añade las semillas de chía.
Vierte la mezcla en moldes para muffins ligeramente engrasados o forrados con papel.
Hornea en horno estático a 170 °C durante unos 20-25 minutos, hasta que estén doradas en la superficie.
Deja enfriar bien antes de servir. También están riquísimas frías, tras unas horas en la nevera.
Puedes sustituir la harina integral por harina de avena o de almendras para una versión sin gluten. Si quieres hacerlas más proteicas, añade una cucharada de proteína en polvo de vainilla. Para un efecto wow, sírvelas con una cucharadita de yogur griego por encima y ralladura de limón fresca. Y si quieres una versión más fresca, añade unos arándanos enteros dentro de la masa.
No te pases con el zumo de limón: corres el riesgo de que la masa quede demasiado líquida. Cuidado también con la cocción: mejor no abrir el horno antes de los 20 minutos para que las tortitas no se bajen. Por último, no uses yogur de frutas azucarado: alteraría tanto el sabor como la ligereza del postre.
Unas 90-110 kcal, según los ingredientes utilizados.
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