Los famosos e irresistibles ochíos de Jaén son fáciles de preparar en tu hogar. Te dejamos aquí la receta y los pasos a seguir.
Si hasta estado en Jaén o tienes familiares allí, seguramente habrás escuchando hablar sobre los famosos e irresistibles ochíos, esos bollitos que pueden ser dulces o salados, dependiendo del gusto preferido del consumidor. Son unos bollitos muy tradicionales del lugar por ese pan especial y por la manera de prepararlos.
Si bien son muy típicos en Jaén, se hicieron también muy característicos en las siete provincias restantes de Andalucía: Almería, Málaga, Sevilla, Granada, Cádiz, Córdoba y Huelva. ¿Te animas a prepararlos en tu hogar? Son muy fáciles de hacer, sólo tienes que prestar atención. Aquí te dejamos la receta y un paso a paso para que no te confundas. Con la práctica, cada vez salen más ricos…
Si queremos hacer la receta original de los ochíos, debemos ir primero al supermercado y conseguir todos estos ingredientes: 60 gramos de manteca de cerdo, 60 gramos de aceite de oliva virgen extra, 25 gramos de levadura prensada fresca, 500 gramos de harina de fuerza, una cucharada de sal, una cucharada de anís en grano y pimentón dulce. Si ya tenemos todo, pues que comience la acción…
El primer paso de esta receta de Jaén consiste en calentar la manteca junto con un poco agua, controlando que la temperatura no produzca la ebullición. Luego, tras apartar esta mezcla del fuego, agregamos la levadura y el aceite, buscando lograr una integración completa de todos estos ingredientes.
El segundo paso es conseguir un recipiente aparte y empezar a mezclar la sal, el anís y la harina. Cuando esté todo bien mezclado, hacemos un espacio en el medio y ahí derramamos la mezcla líquida.
El tercer paso es generar una masa que se dejará reposar luego en un bol con aceite, con la intención de duplicar su tamaño para conseguir así una gran fermentación.
El cuarto paso, una vez obtenida esa fermentación, trata de dividir la masa en ocho partes, haciendo una bola con cada una de esas ocho porciones y colocándolas luego en una bandeja de horno. Atención, pequeño detalle: antes de prender el horno, pintar esas bolas con aceite, y añadir sal y pimentón. Así mejorará el sabor.
El último paso es hornear los panes a 180 grados durante media hora. Y ya podemos dar por finalizada así la receta…
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