Entre Navidad y Año Nuevo, come ligero sin pasar hambre: equilibrio entre platos, combinaciones sencillas y trucos prácticos, sin culpas ni mitos.
Entre el brindis y las uvas, la nevera queda con turrón empezado, canelones en tupper y una ensalada que nadie reclamó. Días blandos de vacaciones: sofá, paseos cortos, sobremesas largas y la pregunta de siempre… ¿qué como hoy para sentirme bien sin entrar en guerra con el estómago?
No hacen falta castigos ni recetas milagrosas. El truco está en equilibrar un plato con el siguiente: si ayer hubo asado y postres, hoy toca algo más sencillo; si el desayuno fue ligero, a mediodía puedes sumar un extra de energía. De acuerdo con la OMS, conviene asegurar al menos 400 g de frutas y verduras al día y moderar azúcares y grasas saturadas; nada de prohibiciones tajantes, solo orden práctico.
Piensa en el plato equilibrado: mitad verduras, un cuarto de proteína ligera, un cuarto de carbohidrato digerible. Funciona en cualquier cocina, con lo que tengas a mano. Y, por favor, sin “compensar” con ayunos extremos ni culpas: comer regular y moverte un poco suele bastar.
Desayunos que sientan bien: yogur natural con kiwi y avena; tostada integral con tomate y queso fresco; una tortilla francesa con espinacas. Café o té y agua al lado.
A media mañana, algo pequeño: una mandarina y un puñado de almendras, o un vaso de kéfir si te apetece algo frío.
Comidas templadas, de cuchara corta: crema de calabaza y zanahoria con chorrito de aceite de oliva; merluza al horno con patata cocida y ensalada de hojas; salteado de verduras con pollo o tofu sobre arroz. Si hay lentejas del 24 en la nevera, dales otra vida: más verduras, menos embutido, y pan para mojar sin abusar.
Meriendas de vacaciones: hummus con palitos de pepino y zanahoria; una fruta con queso fresco; infusión si el cuerpo pide pausa.
Cenas amables: tortilla de calabacín con pan de centeno; ensalada templada de brócoli, garbanzos y atún; caldo de verduras con un puñado de fideos finos. Postre: fruta o yogur sin más adornos.
Carbohidratos que caen suaves: patata cocida, arroz, quinoa, pan integral; mejor raciones moderadas y al dente. Proteínas ligeras: pescado, huevo, legumbres en cantidad razonable, pechuga de pollo, tofu. Verduras en todas las formas: crudas, salteadas, al vapor, asadas.
Agua a sorbitos todo el día; caldos e infusiones si refresca. Si hay sobremesa larga, un paseo de 20 minutos cambia la tarde. Y con el alcohol, dar descanso entre días ayuda más de lo que parece, de acuerdo con recomendaciones de salud pública.
Entre fiestas, el cuerpo agradece lo simple. No hay que “depurar” nada: solo escuchar, ordenar y disfrutar. Como quien dobla una manta después de la siesta y la deja lista para mañana.
Scopri perché il cansancio di fine anno è reale e come recuperare energia senza stressare…
La lasagna perfetta richiede tempo, riduzione e riposo. Evita salse poco ridotte e affrettate, idrata…
Scopri il segreto dei ristoranti per ottenere patatine fritte croccanti e leggere: un accurato processo…
La Navidad in Giappone è un affascinante mix di luci, appuntamenti romantici, ramen fumanti, pollo…
Scopri come preparare cestas di gorgonzola, apio e noci: un aperitivo croccante e cremoso che…
Questo articolo esplora le superstizioni culinarie delle festività invernali in Spagna e America Latina, tra…