La moda siempre nos sugiere nuevas ideas o trae de vuelta otras. Algunos looks son especialmente buenos para realzar el cuerpo o ciertas zonas específicas.
A veces, hace falta muy poco para lograr un atuendo perfecto para nuestras necesidades, pero sobre todo para destacar nuestros puntos fuertes, o al contrario, para disimular pequeños «defectos».
A veces, un look puede parecer descuidado, casi desaliñado, pero la moda nos ha enseñado que esto puede ocultar grandes ventajas para nuestra apariencia.
Se llama French Tuck, y consiste en llevar la camisa o un jersey con una parte metida dentro del pantalón y la otra suelta, cayendo suavemente. Esto le da al atuendo un aspecto falsamente descuidado y desordenado. Seguramente lo habrán visto en muchas ocasiones, y algunas celebridades lo han adoptado, como la actriz Katie Holmes, a menudo fotografiada con looks que parecen casuales pero que en realidad están muy pensados, como una camisa metida solo por un lado en una falda plisada.
Este concepto se popularizó en 2018 gracias a Tan France, estilista de la serie de Netflix Queer Eye. El nombre «French Tuck» viene de la forma en que las mujeres francesas usan con naturalidad camisas y chaquetas masculinas, manteniendo siempre una elegancia femenina. Este estilo crea un look ligeramente desordenado, pero extremadamente cool.
Adoptar el French Tuck ofrece varias ventajas:
Realza la cintura, destacando la figura.
Envuelve las caderas de manera favorecedora.
Permite usar una camisa incluso si no está perfectamente planchada, aprovechando las pequeñas arrugas a tu favor.
Para lograr un French Tuck perfecto, elige una camisa oversize de seda o algodón. Combínala con jeans rectos o boyfriend, o con pantalones anchos, preferiblemente de tiro no demasiado alto. Es un detalle ideal para looks casuales de día, que combina muy bien con zapatillas clásicas o zapatos planos.
El recogido francés es versátil y se adapta a distintos estilos y tendencias, del boho chic al grunge, del preppy al power dressing. Siempre añade un toque de sofisticada despreocupación a cualquier atuendo, como demuestra Blanca Mirò, que lo adopta mezclando prendas clásicas con elementos más atrevidos. Es una forma fácil de añadir un toque extra de estilo a tu vestuario.
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