La aromaterapia es una práctica que utiliza aceites esenciales, extraídos de flores, hojas y frutos, cuyos principios activos se obtienen con métodos naturales, como la extracción al vapor o el prensado en frío.

El uso consciente de estas esencias, que preservan la energía vibratoria de las plantas, puede ser un apoyo valioso para afrontar problemas cotidianos y contribuir al tratamiento de diversos trastornos. En los últimos años, la práctica del uso de estos aceites naturales ha aumentado considerablemente, y existe un creciente interés en estos métodos naturales para la solución de ciertos problemas o trastornos.
Cómo utilizar un aceite esencial
La aromaterapia se basa en la sabiduría ancestral sobre el uso curativo de las plantas: su eficacia depende del olfato, un sentido que conecta directamente con el hipotálamo y el sistema límbico del cerebro, influyendo profundamente en las emociones y los recuerdos. Esta conexión explica cómo los aromas pueden traducir sensaciones y emociones en respuestas corporales, contribuyendo a la resolución de problemas psicosomáticos. Erboristeria Arcobaleno de Vicenza ha compartido un vademécum para aprovechar al máximo los aceites esenciales y, sobre todo, para evitar errores.
Primero, pon una o dos gotas de aceite esencial en la palma de las manos y frótalas para calentar la esencia y absorber el aroma. Si quieres usarlos en el baño, bastan unas gotas, mientras que en compresas permiten actuar localmente sobre problemas físicos. Gracias a los difusores, se pueden usar en ambientes donde se desee difundir el aroma elegido. Son excelentes para baños de pies y para masajes, ya que se diluyen en un aceite portador que facilita el masaje en todo el cuerpo.

Sin embargo, es importante seguir algunas reglas importantes, como probar primero el aceite en una dosis reducida para evitar reacciones alérgicas y, sobre todo, seguir las indicaciones de dosificación de la prescripción médica y de un profesional. Los especialistas recomiendan no mezclar más de 3 aceites esenciales a la vez, no exceder el máximo de 3 semanas de uso en tratamientos de choque, no exceder la dosis de 3 gotas de una esencia sola y, sobre todo, está prohibido administrar aceites esenciales a bebés.
Los aceites esenciales pueden ser una gran ayuda para el bienestar psicofísico, pero no debemos olvidar que es importante no actuar solos, sino seguir las indicaciones de profesionales y médicos que sabrán indicar cómo utilizarlos mejor.