Deliciosa tarta de manzana y calabaza: un postre ligero y aromático para disfrutar en cualquier momento

Cómo hacer tarta de calabaza y manzana: una receta de un postre que todos pueden disfrutar.

La clave para una tarta excepcional reside en la sustitución de la mantequilla por aceites más ligeros, como el aceite de oliva virgen extra de sabor suave o el aceite de girasol. Esta modificación no solo mejora la textura de la masa, sino que también la enriquece con un toque único. El puré de calabaza asada juega un papel crucial, aportando humedad y una dulzura natural que permite disminuir la cantidad de azúcar sin sacrificar el sabor.

tarta de manzana
Deliciosa tarta de manzana y calabaza: un postre ligero y aromático para disfrutar en cualquier momento – dieta.com

La calabaza, destacada por la Fundación Española de Nutrición por su riqueza en carotenoides y su bajo contenido calórico, se combina perfectamente con la manzana, que aporta fibra y pectina, mejorando la estructura de la tarta.

Trucos que marcan la diferencia

Para lograr una tarta inolvidable, es esencial prestar atención a ciertos detalles: el puré de calabaza debe estar bien seco, lo que se consigue asándola a 190 °C hasta que suelte toda su agua. Las manzanas elegidas deben ser de variedades con carácter, como la reineta o la granny smith, cuya acidez complementa el dulzor de la calabaza y resiste bien el horneado.

torta de manzana
Trucos que marcan la diferencia – dieta.com

Las especias, como la canela y la nuez moscada, deben usarse con moderación, y el azúcar, ajustado al gusto, con 120-150 g siendo una medida adecuada para una tarta de 22-24 cm. El proceso de mezclado debe ser cuidadoso, sin sobrebatir, para integrar todos los ingredientes de manera homogénea.

El proceso de preparación es sencillo y accesible. Comienza engrasando el molde y espolvoreando un poco de harina o forrándolo con papel. La masa se vierte en el molde, se decora con láminas finas de manzana y se espolvorea con azúcar y canela antes de hornear a 175-180 °C durante 40-50 minutos.

La prueba del palillo es crucial para asegurar la cocción perfecta. Una vez horneada, la tarta debe reposar diez minutos en el molde antes de enfriarse sobre una rejilla, revelando que, como muchas tartas de fruta, mejora con el tiempo, especialmente al día siguiente.

Para servir, una cucharada de yogur natural frío, miel clara o unas nueces picadas pueden ser el complemento perfecto. Para aquellos interesados en una versión sin gluten, se recomienda utilizar una mezcla específica para repostería y añadir una cucharada de maicena para obtener una miga más tierna.

En altitudes elevadas, es aconsejable ajustar la cantidad de levadura y prolongar el horneado ligeramente. Esta tarta, más que una simple receta, se convierte en un ritual que transforma cualquier momento del día en una experiencia acogedora y reconfortante, gracias a su combinación de sabores y aromas.

Gestione cookie