¿Te cuesta arrancar por las mañanas? ¿Tu agenda está demasiado llena para ir al gimnasio por la noche o el fin de semana per tienes a menudo dolor de espaldas?

Una solución perfecta para ti es esta rutina de ejercicio matutina que te dará la energía necesaria para afrontar el día, sin siquiera quitarte el pijama. Con solo 20-30 minutos, puedes activar tu metabolismo y sentirte más enérgico de inmediato.
Los beneficios del entrenamiento matutino
Comenzar el día con ejercicio físico te permite optimizar el tiempo y te da la libertad de organizar el resto del día como prefieras. Pero las ventajas no terminan ahí. Al entrenar por la mañana, estimulas tu metabolismo basal desde el principio, volviéndote más ágil y reactivo. Es un verdadero «despertar muscular» que te ayuda a superar la somnolencia y a ponerte en marcha.
Antes de empezar, escucha a tu cuerpo: ¡estírate! Estira los brazos, gira el cuello, las muñecas y los tobillos. No es un estiramiento formal, sino un simple despertar que prepara tus músculos para la actividad.
5 ejercicios para hacer en pijama, al despertar
Estos cinco ejercicios, perfectos para hacer al despertar, activan los principales grupos musculares y son ideales para cualquier nivel. Para cada uno, realiza tres series con 30 segundos de descanso entre ellas. Si eres principiante, haz de 8 a 10 repeticiones; si estás más en forma, puedes hacer de 20 a 25.
1. Puente de glúteos y abdominales: Túmbate boca arriba en la cama con las piernas dobladas. Levanta la pelvis contrayendo glúteos y abdominales, formando una línea recta con tu cuerpo. Regresa sin tocar el colchón para mantener la tensión.
2. Flexiones para pectorales y brazos: Fuera de la cama, apoya las manos en el suelo y los pies en el colchón, en posición de plancha. Dobla los codos lentamente para bajar el cuerpo, manteniendo los abdominales contraídos. Luego sube a la posición inicial.
3. Crunches para abdominales: Túmbate en el suelo con los pies sobre la cama y las rodillas dobladas. Con las manos detrás de la nuca, levanta la cabeza y los hombros contrayendo el abdomen. Baja lentamente sin apoyar completamente para mantener la tensión.

4. Zancadas búlgaras para las piernas: De pie, de espaldas a la cama, apoya un pie en el colchón. Dobla la rodilla de la pierna que está en el suelo hasta formar un ángulo de 90°. Vuelve a subir y repite. Luego cambia de pierna.
5. Fondos para tríceps: Siéntate en el borde de la cama, con las piernas estiradas y las manos a los lados de la pelvis. Mueve el cuerpo hacia adelante, sostenido solo por tus brazos. Baja el cuerpo doblando los codos y luego sube a la posición inicial.
Con constancia, esta sencilla rutina se convertirá en un hábito que revolucionará tus mañanas.