Cuando llega el verano, siempre se presta más atención a las dietas y a menudo cometemos el error de buscar una solución de última hora para perder peso.
La «Dieta del Ayuno», o dieta «que imita el ayuno», es un régimen alimentario no continuo y atípico, estudiado por el profesor Valter Longo, del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California y director del programa de investigación «Oncología y Longevidad» del IFOM de Milán.
La dieta del ayuno es un enfoque dietético que implica una ingesta controlada de proteínas (11-14%), carbohidratos (42-43%) y grasas (46%), con una reducción calórica general de entre el 34% y el 54% en comparación con lo normal.
La bióloga nutricionista Elena Dogliotti, de la Fundación Veronesi, aclaró que este no es un ayuno completo, ya que implica consumir una cantidad limitada de alimentos. Este régimen se suele seguir durante cinco días consecutivos al mes y puede repetirse cada tres a seis meses, según la salud de la persona. También existe una variante que implica una reducción significativa de la ingesta de proteínas, manteniendo la misma ingesta calórica.
Los beneficios de la restricción calórica se han estudiado durante décadas. Por ejemplo, en animales, se ha demostrado que esta dieta prolonga la vida en un 11 %, reduce la incidencia de cáncer, rejuvenece el sistema inmunitario, reduce las enfermedades inflamatorias, frena la pérdida de densidad mineral ósea y aumenta las células madre y progenitoras. En humanos, administrada una vez al mes durante cinco días, la dieta redujo los factores de riesgo y biomarcadores del envejecimiento, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Es importante destacar que el objetivo principal de la dieta no es la pérdida de peso: si bien puede ser beneficiosa para las personas con sobrepeso, debe combinarse con una dieta orientada a reducir la grasa corporal. Su función principal es reducir los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
El experto desaconseja encarecidamente seguir esta dieta por cuenta propia. Es fundamental contar con la guía de un experto, ya que aún es un método poco común y requiere un examen médico para evaluar sus beneficios e idoneidad. No todos pueden seguirla, y es necesario evaluar cuidadosamente la condición física inicial; los estudios sugieren que no se recomienda para personas mayores de 65 años.
Al realizar un cambio de dieta, es importante considerar tu salud: saltarse comidas indiscriminadamente no produce los mismos efectos beneficiosos que el ayuno y puede ser contraproducente. Si tu objetivo es perder peso, una dieta equilibrada es esencial y, en cualquier caso, es fundamental seguirla bajo estricta supervisión médica.
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