El verano todavía está en marcha y cada año parece durar más y más, y con él todas las enfermedades estacionales y dolencias relacionadas con el calor.

En particular, la cistitis y las infecciones del tracto urinario aumentan en verano. Aquí tienes algunos consejos de la Dra. Rossella Lauletta, ginecóloga y obstetra de Humanitas MaterDomini.
Cistitis e infecciones urinarias en verano: todos los consejos para prevenirlas
Aunque ya ha empezado septiembre y para muchos las vacaciones han terminado, las temperaturas siguen altas y el verano sigue en pleno apogeo. Esto significa que las molestias y los inconvenientes asociados al calor y la playa siguen presentes, como la molesta cistitis y las infecciones urinarias. Pero ¿cómo se pueden prevenir las infecciones urinarias? ¿Cuáles son los tipos más comunes? ¿Cuáles son los tratamientos? La Dra. Lauretta nos explica el tema.

La cistitis es una infección del tracto urinario que afecta con mucha frecuencia a las mujeres debido a que la uretra, más corta que la de los hombres, favorece el ascenso de bacterias a la vejiga. Esta afección se desencadena cuando bacterias como los enterococos o la Escherichia coli se infiltran en el tracto urinario y afectan el sistema linfático cercano. Además, las altas temperaturas, al igual que la presencia de arena o el uso de trajes de baño muy ajustados, contribuyen a la proliferación de gérmenes. Además, la sudoración excesiva crea un entorno ideal para el crecimiento bacteriano, especialmente si los líquidos perdidos no se reponen con una hidratación adecuada, explica el médico.
Para prevenir las infecciones del tracto urinario, la hidratación es fundamental: se recomienda beber al menos dos litros de agua al día, especialmente en verano, para ayudar a eliminar bacterias. La alimentación también juega un papel fundamental: es importante consumir alimentos ricos en fibra para favorecer el tránsito intestinal y la eliminación de toxinas, y por lo tanto, el consumo de bacterias lácticas puede ayudar a prevenir afecciones como el estreñimiento o la diarrea, que pueden contribuir a las infecciones.
No subestimemos la ropa, que puede marcar la diferencia en verano: procure siempre usar ropa de algodón para una mejor transpirabilidad y evite el uso de protegeslips, que pueden dificultar una ventilación adecuada.
En cuanto a la dieta, es útil mantener un nivel adecuado de acidez en las vías urinarias para prevenir la adhesión bacteriana. Por lo tanto, conviene reducir el consumo de dulces, embutidos, especias picantes, alcohol, café y bebidas carbonatadas, priorizando las frutas y verduras de temporada, los cereales, el yogur y el pescado fresco. Una higiene íntima regular y adecuada sigue siendo esencial.