Entrenamiento matutino vs. vespertino: la elección ideal para tu rutina

La pregunta sobre el mejor momento para entrenar, mañana o noche, depende de las preferencias personales sin duda.

hombre que se entrena y kettelbell
Entrenamiento matutino vs. vespertino: la elección ideal para tu rutina – dieta.com

Pero el entrenamiento matutino presenta numerosas ventajas, no solo para la forma física, sino también para la salud mental y la constancia de la rutina.

Entrenamiento matutino vs. vespertino

Entrenar justo al despertar activa el efecto EPOC (consumo de oxígeno post-ejercicio), que mantiene el metabolismo elevado, permitiendo que el cuerpo queme más calorías durante horas. Los beneficios clave incluyen:

Mejora de la concentración: El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, potenciando las funciones cognitivas.

Regulación del apetito: Ayuda a controlar el hambre y fomenta elecciones alimentarias más saludables durante el día.

Aumento de la energía: Contrariamente al miedo al cansancio, la actividad física matutina da una carga de energía para afrontar el día.

Mejor calidad del sueño: Contribuye a regular el ritmo circadiano, favoreciendo un descanso nocturno más profundo.

mujer corriendo
Entrenamiento matutino vs. vespertino – dieta.com

El entrenamiento en ayunas, a menudo elegido por la mañana antes de desayunar, es popular por su potencial efecto en la pérdida de peso. La teoría es que, con reservas bajas de glucosa, el cuerpo se ve forzado a quemar más grasa para producir energía. Esta práctica puede mejorar la eficiencia metabólica y aumentar la sensibilidad a la insulina.

Sin embargo, no es apto para todos. La falta de energía puede reducir la intensidad del entrenamiento y algunas personas podrían sentir náuseas o debilidad. Es fundamental consultar a un profesional para saber si este enfoque es compatible con tu estado de salud y tus objetivos.

Desde el punto de vista psicológico, el entrenamiento matutino es un potente antiestrés. Libera endorfinas (las «hormonas de la felicidad»), mejorando el estado de ánimo y reduciendo la ansiedad y los síntomas depresivos. También proporciona una sensación de logro y control, que ayuda a gestionar las tensiones diarias.

Si comparamos los dos momentos de la jornada para entrenar, esas son las diferencias importantes:

Mañana: Asegura mayor constancia en la rutina (menos imprevistos), aumenta el metabolismo y la energía para el día.

Tarde/Noche: Puede ofrecer mejor rendimiento físico (más fuerza y flexibilidad) y actúa como relajación post-trabajo.

El entrenamiento matutino es la mejor opción para quienes buscan constancia, un impulso metabólico y beneficios psicológicos duraderos para afrontar el día. No obstante, la elección definitiva debe basarse en las preferencias personales y en la capacidad de mantener la regularidad, lo importante es escuchar a tu cuerpo y mantener la actividad física.

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