Simples, ligeros y llenos de fruta de verdad: estos polos caseros se preparan en pocos minutos y son la merienda veraniega ideal para quien busca algo fresco y saludable.

En verano, el deseo de algo frío y sabroso es diario. Pero muchas veces las opciones disponibles —helados industriales, polos comerciales, postres con nata— están llenas de azúcares, conservantes y calorías vacías. La buena noticia es que se puede preparar una alternativa mucho más sana y deliciosa, sin renunciar a la cremosidad y la satisfacción de un postre refrescante.
Estos polos con yogur griego y fruta fresca se preparan en cinco minutos y se convierten en una solución inteligente para toda la familia: tienen un sabor intenso, una textura perfecta y no contienen azúcares añadidos, solo los naturales de la fruta. El yogur griego los hace además ricos en proteínas, perfectos después del deporte o como tentempié saciante. Y se pueden personalizar con infinitos sabores y combinaciones. Todo con un enfoque en la línea y el bienestar. Una merienda que gusta a todos, incluso a quienes no están a dieta.
La merienda helada que te salva el verano (y la línea)
Estos polos son mucho más que un simple postre: son una concentración natural de nutrientes, fáciles de hacer, económicos y adaptables a cualquier necesidad. Solo hay que elegir una fruta madura y dulce, triturarla junto al yogur griego y verter la mezcla en moldes. Tras unas horas en el congelador, tendrás polos cremosos, coloridos y auténticos, perfectos para grandes y pequeños. La textura es parecida a la de un helado de frutas, pero con muchas menos calorías y sin azúcares refinados, nata ni aditivos. Lo mejor es que puedes elegir sabores distintos cada vez: melocotón, mango, fresas, frutos rojos, plátano, sandía… el único límite es tu batidora.

Ingredientes
(para unos 4 polos)
- 200 g de fruta fresca a elección (ej. fresas, melocotón, mango, plátano)
- 150 g de yogur griego 0% o entero, blanco y natural
- Opcional: 1 cucharadita de miel o eritritol (solo si la fruta no es muy dulce)
- Unas gotas de zumo de limón (para frutas como plátano o melocotón)
Preparación
- Lava y limpia la fruta, córtala en trozos y colócala en una batidora.
- Añade el yogur griego y, si lo deseas, el endulzante elegido y un poco de zumo de limón.
- Tritura todo hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
- Vierte la mezcla en los moldes para polos e inserta los palitos.
- Lleva al congelador durante al menos 4-5 horas, o hasta que estén completamente sólidos.
- En el momento de servir, deja los moldes a temperatura ambiente durante 1-2 minutos o pásalos bajo agua tibia para facilitar la extracción.
Consejos y variaciones
Puedes usar frutas mezcladas para crear sabores más originales, como fresa y plátano, mango y coco, melocotón y arándanos. Si quieres una versión más rica, usa yogur griego entero para mayor cremosidad. Para un toque crujiente, añade trocitos de fruta o frutos secos picados en el interior. Y si no tienes moldes, puedes usar vasitos de plástico o silicona e insertar un palito de madera en el centro. Para los niños, puedes crear capas de diferentes colores vertiendo primero la mitad de un sabor y luego el otro.
Errores que debes evitar
No uses fruta verde o demasiado acuosa (como sandía sola): el sabor será poco intenso y la textura demasiado helada. No te excedas con el endulzante: si eliges fruta bien madura, a menudo no hace falta añadir nada. Si usas yogur de frutas o azucarado, ten en cuenta que ya contiene azúcares ocultos. Y por último, no saques los polos del congelador en el último momento: el paso por agua caliente es fundamental para no romperlos.
Calorías (estimadas por polo)
Aproximadamente 60-80 kcal por unidad, según la fruta y el tipo de yogur utilizado.