Para combatir el estrés diario y encontrar un momento de relax para nosotros, resultan útiles técnicas ideadas y recomendadas por profesionales, que a menudo roban realmente pocos minutos.

Los momentos de estrés, ansiedad y mucho más, son ya el pan de cada día para muchos de nosotros. Entre las técnicas de relajación existentes, el Dr. Giampaolo Falasca, Psicólogo y Psicoterapeuta, aconseja una ideal como refugio en un rincón solo para nosotros: se llama técnica de la cámara de descompresión.
La técnica de la cámara de descompresión: tu refugio del estrés diario – dieta.com
Como explica el Dr. Falasca, «Las técnicas de relajación son estrategias que permiten iniciar un estado de bienestar físico y mental a través de la autorregulación de la mente y el cuerpo. Estas técnicas se concentran en la conciencia de los pensamientos y el aspecto físico, permitiendo alcanzar un estado de calma en situaciones complejas.»
La técnica del entrenamiento autógeno (TA), desarrollada por el psiquiatra alemán Johannes Heinrich Schultz y descrita en el libro Das Autogene Training, prevé la repetición de afirmaciones o imágenes mentales específicas que inducen la relajación de los músculos, la disminución de la actividad mental y el logro de un estado de tranquilidad, cuyo fin es aliviar las preocupaciones y acercarse al propio mundo. En este sentido, es fundamental que cada uno de nosotros posea lo que llamamos refugio interior, ese lugar seguro donde descansar y afrontar la ansiedad y el estrés.

La cámara de descompresión: tu refugio contra el estrés – dieta.com
El psicólogo admite que una de las mejores prescripciones que jamás ha dado a sus pacientes es la de aprender a refugiarse en su propio rincón tranquilo, y para ello aconseja construir en la propia imaginación una pequeña habitación mental. Así funciona esta técnica de relajación:
Decora la habitación con elementos que evoquen descanso y sosiego, como paisajes si amas la pintura, o un volumen de tus versos preferidos si prefieres la poesía.
Los colores de las paredes deben ser relajantes, como los tonos de azul, verde claro, amarillo y dorado.
Los muebles de la habitación son sobrios: limpieza, orden y simplicidad son los puntos clave.
Añade tu sillón favorito.
En la habitación hay una ventana, desde la cual ves una deliciosa playa.
Ves las olas jugar y perseguirse en la orilla, pero no escucharás su ruido, porque tu habitación es silenciosa.
Es importante cuidar la habitación imaginaria como lo haríamos en la realidad, y basta con cualquier momento del día para poder refugiarse en nuestro rincón, aunque sea por pocos minutos. Según el doctor, de hecho, «el tiempo dedicado a la técnica de Relajación Muscular Progresiva no es tiempo perdido, sino bien invertido», porque ayuda en los momentos en que llega la ansiedad o las preocupaciones.
«En la imaginación debes verte subiendo las escaleras hacia tu pequeña habitación. Debes repetirte que ahora subes las escaleras, abres la puerta, entras y empiezas a notar, mentalmente, todos los detalles relajantes. Te sientas en tu sillón favorito y estás relajado, en paz con el mundo», explica Falasca.
Tu habitación es un refugio seguro, inaccesible a preocupaciones o interferencias externas. Este espacio representa una técnica de relajación rápida y eficaz, ideal para afrontar los momentos más difíciles.