Seis recetas navideñas fáciles y divertidas para cocinar con niños: dulces y saladas, con menos azúcar y muchas risas, ideales para crear recuerdos en familia.
La encimera llena de harina, villancicos de fondo, manos pequeñas robando uvas. En Navidad, la cocina se convierte en un taller de juego. UNICEF recuerda que el juego es una vía potente de aprendizaje, y aquí suma medidas, texturas y paciencia.

Y, sí, azúcar con cabeza: la OMS aconseja moderar los azúcares añadidos, así que incluimos frutas y trucos suaves. Seguridad ante todo: según la AESAN, manos limpias y nada de huevo crudo para los peques.
6 recetas para hacer con niños
Galletas de jengibre exprés: masa básica de galleta, canela y jengibre. Cortadores de estrella y árbol, y decoración con yogur espeso teñido con cacao o remolacha (menos azúcar que el glaseado). Ellos amasan y cortan; tú te ocupas del horno. Si hay abuela en casa, que cuente su truco: una pizca de ralladura de naranja.

Árboles de fruta en brocheta: kiwi en rodajas, uvas, mandarina y una “estrella” de mango arriba. Montad brochetas verdes que parecen pinos. Un hilo de yogur y coco rallado hace la “nieve”. Ideal para equilibrar tanta tableta de turrón sin sermones, solo color y crujido fresco.
Renos de tostada: pan integral, queso crema o crema de cacahuete (si no hay alergias), dos pretzels como cuernos, ojos de pasas y nariz de arándano. Se montan en cinco minutos y funcionan como merienda antes de salir a ver luces. Practican pinza fina, y no se dan ni cuenta.
Bolitas de nieve de coco y avena: avena molida, coco rallado, dátiles triturados y un poco de yogur. Se amasa y se forman bolas que ruedan por más coco. Sin horno, sin líos. Se pueden esconder mini trocitos de chocolate negro dentro y convertirlo en tesoro. Guarda en frío y salen perfectas para la sobremesa.
Pizza-árbol con verduras: masa de pizza o hojaldre cortado en forma de árbol. Salsa de tomate, queso y “bolas” de pimiento rojo, maíz y aceituna. Ellos colocan las “luces”; tú vigilas el horno. En Argentina o España, funciona igual: un centro de mesa que se come por puntas entre risas.
Cucharas de chocolate para la leche: derrite chocolate al baño maría, sumerge cucharas de madera y decora con trocitos de nuez, naranja confitada o un pellizco de canela. Al endurecer, se guardan y cada uno remueve su taza de leche caliente. Ritual de tarde lluviosa y pijama, sin prisa.
Cocinar con los peques es juego, aprendizaje y memoria a la vez. Entre migas y villancicos se ensayan números, turnos y sabores nuevos. Y cuando alguien pregunte por la receta, bastará con decir: la hicimos juntos. Porque ese es, quizá, el ingrediente que da sabor a todas las fiestas.





