Cremoso, fresco, saciante y con muchas menos calorías que el original: este tiramisú light se prepara en pocos minutos, con ingredientes saludables, y es perfecto incluso si estás siguiendo una dieta.
Hay algo en el tiramisú que lo hace irresistible: puede que sea el contraste entre el café y la crema dulce, su textura suave o ese sabor envolvente que te abraza desde la primera cucharada. Pero seamos sinceros, el tiramisú clásico no es precisamente amigo de la dieta. Aun así, no hace falta renunciar para mantenerse ligero: basta con una versión más inteligente como esta, que conserva su sabor y cremosidad, pero elimina los excesos. En lugar de mascarpone usamos yogur griego, que aporta una textura aterciopelada y muchas proteínas; los bizcochos de soletilla se sustituyen por biscotes integrales, más ligeros y saciantes; y el dulzor viene de una cucharadita de miel o eritritol, según tus preferencias. El resultado sorprende: un postre que parece un capricho, pero no lo es. Ideal para el desayuno, la merienda o como postre después de cenar. Y si lo dejas reposar en la nevera unas horas, está aún más rico.
Toda la cremosidad del tiramisú, pero en versión ligera y rápida
Esta receta nace del deseo de disfrutar de algo rico sin sentir que estás “pecando”. Perfecta para quienes siguen un plan alimenticio equilibrado o simplemente quieren controlar el azúcar y la grasa, su punto fuerte está en la sencillez de los ingredientes y la rapidez de preparación. El yogur griego, naturalmente cremoso y rico en proteínas, encaja perfectamente como sustituto de la crema. Los biscotes, una vez mojados en café, adquieren una textura sorprendentemente parecida a los bizcochos. En cada cucharada sentirás el contraste perfecto entre dulzor, amargor y frescura, igual que en un tiramisú tradicional. Solo que aquí puedes disfrutarlo sin culpas.
Ingredientes
(para 2 porciones)
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4 biscotes integrales
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200 g de yogur griego 0% o natural entero
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1 taza pequeña de café sin azúcar (también puede ser descafeinado)
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1 cucharadita de miel o eritritol (opcional)
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Cacao puro en polvo al gusto
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Vainilla o canela (opcional, para aromatizar)
Preparación
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Prepara el café y déjalo enfriar por completo.
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En un bol, mezcla el yogur con la miel (o el edulcorante) y, si quieres, añade un toque de vainilla o canela.
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Rompe los biscotes para adaptarlos al recipiente que elijas (vasitos, tarros o una fuente pequeña).
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Moja brevemente los biscotes en el café frío, uno a uno, y forma la primera capa.
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Cubre con una buena capa de la crema de yogur.
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Repite las capas hasta terminar los ingredientes, finalizando con una capa de yogur.
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Espolvorea con cacao puro y deja reposar en la nevera al menos 1 hora antes de servir
Consejos y variaciones
Puedes usar yogur griego entero para una textura más rica, o mezclarlo con una cucharada de ricota para hacerlo más cremoso. Si prefieres una versión vegana, usa yogur vegetal (de soja, coco o almendra) y endulza con sirope de agave. También puedes añadir frutos rojos entre capas para una variante más fresca y colorida. Otra opción es usar pan integral tostado, galletas light o bizcochos sin azúcar.
Errores que debes evitar
No uses biscotes demasiado duros o finos: podrían deshacerse. No los remojes demasiado tiempo en el café: unos segundos son suficientes. Evita el yogur líquido: debe ser denso para que sostenga la estructura del postre. Y no lo sirvas de inmediato: aunque cueste esperar, el reposo en la nevera es esencial para que se asienten los sabores y tome cuerpo.
Calorías (estimadas por porción)
Unas 120-150 kcal, dependiendo del tipo de yogur y del edulcorante usado.
