Se llama depresión posvacacional (o melancolía posvacacional), en inglés » post-vacation blues o post-holidays blues» y es una respuesta psicofísica temporal al retomar la rutina diaria después de unas vacaciones.

No es una depresión propiamente dicha, pero puede presentar síntomas similares a los de la depresión o la ansiedad. Esta condición se produce porque nuestros cuerpos y mentes, acostumbrados al ritmo lento y relajado de las vacaciones, tienen dificultades para reajustarse al regreso de las responsabilidades y obligaciones. Puede afectar a cualquier persona, independientemente de la duración de las vacaciones.
¿Qué es la depresión posvacacional?
Los síntomas de la depresión posvacacional pueden ser tanto mentales como físicos y suelen durar algunas semanas. Los síntomas más comunes incluyen:
Síntomas mentales: Apatía, dificultad para concentrarse, irritabilidad, ansiedad, melancolía, cambios de humor y sensación de vacío.
Síntomas físicos: Fatiga, dolores musculares, fatiga, dolores de cabeza, problemas de sueño y digestivos.
En algunos casos, si los síntomas persisten, pueden ser un signo de ansiedad o depresión subyacente.
Prevención y consejos
Para prevenir la depresión posvacacional, puedes tomar algunas medidas:
Regreso gradual: Regresa a casa unos días antes de volver al trabajo o a la escuela. Esto te dará tiempo para reajustarte física y mentalmente sin estrés.

Mantén tu casa organizada: Deja tu casa ordenada antes de salir para no sentirte abrumado por tareas adicionales a tu regreso.
Dieta y bienestar: Retoma gradualmente una dieta saludable y continúa dedicando tiempo a la relajación y el ocio incluso después de regresar. No es necesario que te sumerjas en tu rutina de inmediato.
Pequeños pasos: Comienza tus actividades a un ritmo más lento, permitiéndote más descansos. Evita intentar hacerlo todo a la vez.
Cuándo buscar ayuda
Si los síntomas de la depresión posvacacional son intensos, duran más de unas semanas y alteran significativamente tu vida diaria (por ejemplo, afectando el sueño, la motivación o la capacidad para realizar tareas normales), es recomendable consultar a un especialista, como un psicólogo o psicoterapeuta. La prevención es clave y una consulta inicial puede ayudar a aclarar cualquier inquietud e identificar problemas más graves de forma temprana.