Comer de forma ligera sin sacrificar el gusto es el sueño de muchos, sobre todo cuando se quiere mantener la línea sin pasar el día contando calorías.
La buena noticia es que existen alimentos que tienen desde cero hasta muy pocas calorías, y aun así consiguen saciar, hidratar e incluso satisfacer ese antojo de algo rico.
Pero la ligereza no se mide solo con la báscula. Algunos alimentos, aunque casi sin calorías, están llenos de fibra, agua, antioxidantes o minerales, y pueden convertirse en tus mejores aliados dentro de una dieta equilibrada. No se trata de “trucos para adelgazar”, sino de elecciones inteligentes y cotidianas que te ayudan a sentirte bien sin remordimientos. Y con un toque extra de creatividad en el plato.
Crujientes, frescos y llenos de agua
El apio, con solo 16 calorías por cada 100 gramos, es uno de los snacks más infravalorados: crujiente, fresco y refrescante, es perfecto con un poco de hummus o yogur griego. También el pepino (13 kcal) es ideal para picar entre horas o en ensalada, gracias a su alto contenido en agua. Las zanahorias (41 kcal) son otro clásico que nunca falla: dulces, crujientes y prácticas para llevar.
Crujientes, frescos y llenos de agua
Los calabacines, crudos o a la plancha (17 kcal), son versátiles y ligeros, perfectos con unas gotas de limón o un toque de especias. Entre los ingredientes menos usados pero sorprendentes están los champiñones: con solo 22 calorías por cada 100 gramos, se pueden cortar en crudo para ensaladas o saltear con hierbas aromáticas.
Para los que aman lo dulce, sin azúcar
Si tienes antojo de algo dulce pero no quieres sentirte pesado, la sandía es una excelente opción: solo 30 calorías por cada 100 gramos, rica en agua y potasio. Las fresas (32 kcal) son ideales en el desayuno o como merienda ligera, incluso combinadas con una cucharadita de semillas de chía.
Quienes buscan algo aún más liviano pueden optar por gelatinas sin azúcar (10 kcal) o por el kanten, una gelatina vegetal japonesa hecha con algas agar-agar: solo tiene 5 calorías por cada 100 gramos y es perfecta como postre ligero, aromatizada con infusión de frutas o cáscara de limón.
Pasta, arroz y otros sustitutos inteligentes
Para los amantes de los platos de pasta que quieren controlar las calorías, existen los fideos shirataki (9 kcal) y el “slim rice” (10 kcal): ambos hechos a base de harina de konjac, prácticamente sin carbohidratos y perfectos con verduras salteadas, salsas ligeras o un chorrito de aceite.
Incluso las palomitas naturales, hechas sin aceite ni mantequilla, pueden ser un excelente tentempié: una taza contiene apenas 30 calorías y proporciona una satisfacción sensorial que pocos snacks logran ofrecer.
Para beber: simple, bueno y útil
El té verde, con 0 calorías, es mucho más que una infusión caliente. Ayuda a la digestión, apoya el metabolismo y puede calmar el hambre emocional si se bebe lentamente durante el día. Lo ideal es tomarlo sin azúcar y entre comidas, también frío en verano.
Comer ligero no significa comer menos, sino comer mejor. Con estos alimentos puedes crear meriendas, desayunos y platos principales que sacian sin sobrecargar, controlando las calorías sin sentirte a dieta. La diferencia está en la constancia, pero también en la creatividad con la que logres hacer atractivos los alimentos más sencillos.
¿Quieres sentirte más ligero sin renunciar a nada? Prueba a incorporar uno de estos alimentos cada día y escucha cómo responde tu cuerpo. Podrías llevarte una grata sorpresa.
