La celulitis hace que tu piel luzca desigual, a parches y bultos. Sin embargo, atención, ¡puede que lo que tengas en las piernas no sea esto!
La grasas que se acumulan en los tejidos que se conectan debajo de tu piel pueden provocar la famosa y odiada celulitis. Esta afección es el enemigo de todos, pues suele aparecer en las piernas, los glúteos o el vientre.
La celulitis, como adelantábamos, puede aparecer en forma de hoyos u hoyuelos en tus muslos, por ejemplo. En resumen, esta afección es solo mera estética, de apariencia, y se puede disminuir fácilmente con ejercicio físico.
Sin embargo, el problema está cuando unas piernas con apariencia celulítica comienzan a doler. Sobre todo si esos hoyuelos o bultos son muy pronunciados y se encuentran en la zona superior del muslo y/o glúteos, entonces no se trata solo de celulitis, sino que padeces de lipedema.
Es cierto que la apariencia desigual y blanda de la celulitis es una afección vergonzosa que se tiende a esconder, pero esta es corregible casi por completo con una buena dieta y lifestyle.
Este aspecto de queso con agujeros y piel de naranja combinados pueden ser tratados con multitud de tratamientos estéticos: radiofrecuencia, maderoterapia, ejercicio físico personalizado…
Aunque pienses que tener un cuerpo celulítico puede ser lo peor, no es del todo cierto. Como decíamos, la celulitis no produce dolor, y tampoco cansancio de piernas o tobillos. Mientras que el lipedema produce un dolor y una hinchazón muy notables.
La celulitis es, además, muy común. Más del 90% de mujeres la desarrollan a lo largo de su vida. Por el contrario, el lipedema aún es el gran desconocido dentro de las enfermedades que afectan al físico, al ser confundido con el aspecto de la celulitis.
Síntomas del lipedema vs. celulitis
Para conocerlo mejor, te explicaremos de qué se trata el lipedema. Este es una condición médica (no como la celulitis, solo estética) que acumula la mayor parte de la grasa de nuestro cuerpo en el tren inferior: nalgas y piernas.
De ahí que muchas mujeres experimenten bajadas de peso extremas y, sin embargo, la grasa de sus glúteos y caderas no desaparezca en lo más mínimo.
Además, los dolores de piernas e hinchazón son muy comunes en personas que padecen esta condición, la cual no tiene ninguna solución definitiva que no sea la cirugía.
Las dietas de base antiinflamatoria son las mejores amigas para aquellos que tengan lipedema, pues rebajarán muchísimo esa grasa acumulada (aunque no del todo) y la hinchazón, ayudando a sobrellevar esta condición médica de la mejor manera posible.
