Tres días a la semana y un puñado de sencillísimas recetas bastarán para empezar a notar los resultados de esta fantástica rutina
Empieza el verano y, con su llegada, la piscina se aparece en el día a día como una especie de elemento mesiánico. Uno al que, en muchos casos, no se recurre durante el resto del año y solo es tomado en consideración cuando las altas temperaturas comienzan a hacer mella en la piel y también en el estado de ánimo.
Es por eso que, desde dieta.com, proponemos una sencilla rutina que no tendrá ocupado al lector más de 40 minutos a lo largo de tres días a la semana. De esta manera, podrá aprovechar al máximo el tiempo que pase en la piscina.
Todo ello acompañado de una dieta rica en verduras, hortalizas, proteínas como carne magra, legumbres y cereales integrales en cantidades apropiadas para saciar el apetito y reponer fuerzas al mismo tiempo.
La rutina en todos sus detalles
El primer día estará centrado en crol. Se arrancará con un calentamiento e unos cuatro largos si la piscina es olímpica u ocho si es semiolímpica. Posteriormente se situará un pull-over entre las piernas y se avanzará tan solo con la fuerza de los brazos. Después se hará el ejercicio opuesto, es decir, se sujetará una tabla con ambas manos y se avanzará con las piernas. Tres series de 100 metros. Después se puede mantener un brazo inmóvil mientras se avanza con el otro y viceversa. Una vez completado, se harán cuatro largos de estilo libre para concluir.
El segundo día estará orientado a trabajar la espalda y su estructura es muy similar a la del crol. 200 metros de calentamiento a estilo libre, para, posteriormente, alternar con brazos y piernas fijos en un ejercicio y en movimiento en el ejercicio opuesto. Después, 200 metros de nado suave y se habrá terminado el día.
El tercer y último día se focalizará en braza. Con la ayuda de un pull-over y una tabla mantendremos los brazos o los pies inmóviles y avanzaremos con las extremidades que aún pueda moverse. Después se hará una combinación de estilos, donde se alternará entre los tres estilos comentados cada 25 metros.
Completar esta rutina acarrea numerosos beneficios para la salud como el fortalecimiento de la mayoría de grupos musculares, la adopción de una buena postura corporal, la estimulación de la circulación sanguínea, el alivio de los dolores de espalda y la consiguiente corrección de algunas dolencias como la escoliosis a largo plazo, y el aumento de la capacidad pulmonar.
