Saltar a la comba no es una actividad reservada a los niños. Te contamos los beneficios que tiene practicarlo regularmente
Si realizáramos una encuesta en la que pidiéramos a los palpitantes que enumeraran un puñado de ejercicios físicos, nos sorprendería el número de ellos que olvida que saltar a la comba es uno de ellos. Desde siempre, saltar a la comba se ha asociado con una actividad infantil e incluso, en otros tiempo, vinculada a las niñas. La pelota para los niños, la comba para las niñas.
Una vez superada la dictadura y salvados ciertos estigmas, la comba continuó asociándose con los más pequeños al ser uno de los juegos propios de las clases de Educación Física. Incluso en estas clases, el ejercicio era más visto como un pasatiempo que como una actividad física en condiciones.
Hoy en día, con la cultura del culto al cuerpo a la orden del día, saltar a la comba ha cobrado un nuevo significado: el de un ejercicio aeróbico ideal para complementarlo con el trabajo de fuerza que se realiza en el gimnasio. Y es que saltar a la comba es uno de los ejercicios cardiovasculares más completos que existen por ser prolongado y constante y por trabajar buena parte del tren inferior como los gemelos e incluso los cuádriceps.
Al contrario que otras actividades aeróbicas, saltar a la comba requiere un nivel de concentración inalterable. Perder la coordinación en el salto puede llevar al cese de la actividad y, por tanto, al cese del ritmo de quema de calorías. Por tanto, la comba puede mejorar nuestra salud mental y reducir los niveles de cortisol del organismo, que son los encargados de producir el estrés. Al vernos obligados a poner los cinco sentidos en lo que estamos haciendo, evitaremos pensar en aquello que tanto nos preocupa.
Los contras
Saltar a la comba durante largo rato puede ser perjudicial para las articulaciones, dado el fuerte impacto que la actividad tiene sobre ellas. El contacto repetido con el suelo puede conducir a lesiones en las rodillas o en la cadera, por lo que hay que intentar medir bien cuánto tiempo se practica el ejercicio y con qué intensidad se realizan los saltos.
Como ya hemos dicho, este ejercicio ejecutado de manera aislada no es suficiente para lograr hipertrofia o ganancia de masa muscular. Debe compaginarse con otros ejercicios de fuerza de alta intensidad para que, la mezcla entre ambos, termine dando lugar a resultados visibles.
