A menudo sentimos una sensación de que cualquier pasado fue mejor aún sin haberlo vivido, eso concretamente es anemoia
Es una palabra rara, te va a costar decirla a la primera, y además es imposible recordarla cuando pasan unos días, pero es cómo se define la nostalgia por algo que no has vivido ni conocido, pero que sientes como una experiencia propia: anemoia.
Seguro que has sentido en varias ocasiones esa sensación imborrable, a la que no le encuentras explicación y ya por supuesto ni palabra con la que definirla. No se trata de poner buena cara a los recuerdos y mucho menos dejarlos guardados en el departamento de nuestro pasado, sino de aprovechar la oportunidad o la capacidad que nos ofrece la mente humana para crear una atmósfera y formar emociones sobre otros instantes forasteros, aunque no sean reales. Es adrenalina pura para nuestra creatividad y originalidad.
La anemoia se plasma de múltiples formas y no tiene que ser un tipo de nostalgia que nos produzca sensaciones negativas, porque la mayoría de las veces está relacionado con situaciones positivas.
La nostalgia a lo que nunca hemos vivido se denomina anemonia
Son muchos los que reconocen sentir anemoia con esta música, que les ha reasentado en un plis plas en ese universo de los años 80 en el cual todo era mucho más colorido, positivo y visualmente llamativo. Son bastantes los jóvenes oriundos del 2000 que reconocen apreciar nostalgia de los 80 por mucho que no lo hayan experimentado, y de eso se ocupa la música que representa este particular estilo del que os hablamos.
La anemoia llega a mostrarse dentro de otras categorías y tiene alguna que otra definición y significado. Podemos mencionarla o llamarla cómo ese sentimiento que por un instante tenemos en el que nostalgia al no permanecer junto a la persona que igualmente nunca hemos visto ni entablado conversación alguna. No hemos hablado ni una palabra con ella ni haber poseído ningún tipo de trato pero la echamos de menos con una necesidad fuerte de pertenencia hacia nosotros.
Lo mismo nos puede ocurrir cuando estamos enfrente de la tele, tranquilamente contemplando una serie, una película o un programa y disfrutamos de un flash en un instante concreto en el que nos da la sensación de que no estamos viendo una película, sino que queremos vivir en ella, en ese mundo. Son sensaciones, imágenes, que se instalan en lo más profundo de nuestro cerebro e imaginación.
