Tan buenas que parecen un postre de verdad: estas barritas frías son la merienda ligera que esperabas para todo el verano.

Cuando hace calor, las ganas de dulce no desaparecen, pero cambian. Buscamos algo fresco, satisfactorio, que no nos haga sudar en la cocina y, a ser posible, no arruine la dieta. Las barritas frías de yogur, frutos rojos y avena son la respuesta perfecta: se preparan en diez minutos, no hace falta encender el horno, se conservan en la nevera durante días y son un concentrado de sabor, frescura y ligereza. No llevan azúcar añadido, son ricas en proteínas y fibra, y aun así parecen casi un semifrío. Lo ideal para quien está a dieta, pero también para quien simplemente quiere comer mejor sin renunciar al placer.
Las barritas veraniegas que salvan tu merienda y tu dieta: frescas, cremosas y sin azúcar
Esta receta nació por casualidad, uniendo lo que tenía en la nevera en un día sofocante: yogur griego, avena y algunos frutos rojos. ¿El resultado? Tan bueno que se convirtió en una rutina. Son perfectas para el desayuno, como tentempié post-entrenamiento o merienda para toda la familia. Se cortan en cubitos o rectángulos, se disfrutan frías y se pueden personalizar infinitamente. Pero lo mejor es que te hacen sentir mimada, sin pesadez. Nada de culpas, solo verdadera satisfacción.

Ingredientes
(para unas 6 barritas)
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250 g de yogur griego 0% o entero
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80 g de copos de avena
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1 cucharada de sirope de arce o eritritol (opcional)
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150 g de frutos rojos (frescos o congelados)
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1 cucharada de mantequilla de almendra o de cacahuete (opcional, para la base)
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1 cucharada de semillas de chía (opcional, para consistencia y fibra)
Preparación
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En un bol, mezcla los copos de avena con la mantequilla de almendra (si se usa) y una cucharada de agua o leche vegetal, hasta obtener una mezcla pegajosa.
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Forra un molde pequeño o un recipiente rectangular con papel de horno y distribuye la mezcla de avena presionándola bien en el fondo para formar la base.
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En otro bol, mezcla el yogur con el endulzante elegido y las semillas de chía (si se usan), removiendo bien.
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Vierte el yogur sobre la base y alisa la superficie.
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Añade los frutos rojos, presionándolos ligeramente en el yogur.
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Coloca en el congelador durante al menos 2 horas, luego pásalo a la nevera 15 minutos antes de cortar.
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Corta en barritas o cuadraditos con un cuchillo afilado y conserva en la nevera por un máximo de 4 días.
Consejos y variaciones
Puedes usar cualquier tipo de fruta: mango, melocotones, cerezas deshuesadas o fresas en trocitos van muy bien. El yogur griego se puede sustituir por uno vegetal de coco o de soja para una versión vegana. Si quieres hacerlas más “postre”, puedes añadir una pizca de cacao amargo o un hilo de chocolate negro fundido por encima. Las semillas de chía ayudan a que las barritas queden más compactas, pero puedes prescindir de ellas. Para una base más “crujiente”, tuesta ligeramente los copos de avena en la sartén antes de usarlos.
Errores que debes evitar
No uses un yogur demasiado líquido, de lo contrario las barritas no se solidifican bien. Evita también cortarlas nada más sacarlas del congelador: déjalas reposar un poco en la nevera para facilitar el corte. Si usas fruta congelada, no la pongas directamente: déjala descongelar y escúrrela, de lo contrario soltará demasiada agua. Por último, presiona bien la base de avena: si queda demasiado suelta, las barritas se romperán.
Calorías (estimadas por porción)
Unas 120-140 kcal por barrita, según los ingredientes usados y el tamaño.