El ejercicio influye directamente sobre nuestra salud mental, pero también sobre nuestras capacidades según este estudio
Ya hemos hablado en innumerables ocasiones sobre el ejercicio físico y sobre los beneficios directos que tiene sobre nuestro estado de salud, tanto física como mental. Y es que incluir la práctica deportiva en nuestra rutina diaria seguramente nos haga sentir mejor, nos dote de una sensación de progreso y superación personal que antes desconocíamos y contribuirá a la liberación de endorfinas que generan la felicidad. Un estudio ha logrado demostrar todas estas afirmaciones.
Un grupo de investigadores procedentes del Brain Health Center del Pacific Neuroscience Institute en Providence (Rhode Island, Estados Unidos) han publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease el trabajo, que asegura que estar físicamente activo puede influir direcamente sobre nuestra capacidad de memoria y aprendizaje. La investigación se ha llevado a cabo mediante el análisis de más de 10.000 resonancias magnéticas pertenecientes a pacientes de todo tipo.
De esta manera, lograros constatar que los aficionados al deporte albergaban mayores capacidades en los distintos ámbitos cerebrales, desde la materia gris, encargada de procesar la información hasta el hipocampo, indispensable en la memorización, pasando por la materia blanca, que actúa como conexión entre distintas regiones del cerebro. Esto se explica gracias a que el ejercicio físico no solo reduce el riesgo de demencia a causa de la edad, sino que mantiene invariable el volumen del cerebro, por lo que sus capacidades tampoco se ven alteradas.
Y lo mejor de todo es que este estudio puede alentar el hecho de dejar atrás la vida sedentaria que llevan muchas personas, pues bastaría con recorrer apenas 4.000 pasos diarios para empezar a percibir sus beneficios sobre la salud cerebral. Aunque, aseguran los investigadores, lo recomendable sería llegar siempre a la cifra aconsejada por la OMS de 10.000 pasos diarios, aproximadamente unas dos horas de caminata.
Otros estudios
Por supuesto, como suele ser habitual en este tipo de investigaciones, el estudio solo puede ser entendido en relación con otros estudios similares, como los que recomiendan el seguimiento de una dieta variada y equilibrada, los que teorizan sobre la actividad del cortisol en el organismo y su generación de respuestas como el estrés y la ansiedad, entre otros.
De esta manera, ya tenemos un incentivo más para hacer ejercicio de cara al próximo año 2024. Así que atémonos nuestras mejores zapatillas y cerciorémonos de que la demencia senil no nos visite cuando nos hagamos mayores.