Una investigación relaciona dormir mal entre los 30 y los 40 con la aparición de enfermedades neurodegenerativas posteriormente.
Una investigación publicada en Neurology, la de la Academia Americana de Neurología relaciona la mala calidad del sueño entre los 30 y los 40 años con la aparición de problemas de memoria años después. A pesar de que el estudio no establece que dormir mal sea la causa del deterioro cognitivo posterior, sí que entiende que existe una conexión.
El estudio publicado en la revista Neurology indica que es más importante la calidad que la cantidad para la salud cognitiva en la mediana edad. «Los signos del Alzheimer empiezan a acumularse en el cerebro décadas antes de que aparezcan los síntomas, por lo que comprender la conexión entre el sueño y la cognición en etapas tempranas de la vida es muy importante para entender si los problemas de sueño son un factor de riesgo de la enfermedad y cómo lo son», explica Yue Leng, uno de los autores de la investigación.
A peor calidad del sueño, más posibilidades de que aparezcan problemas cognitivos
El estudio en cuestión ha seguido durante 11 años a 526 personas de una edad media de 40 años. Los científicos analizaron la calidad del sueño y su duración gracias a una pulsera que los participantes en el estudio llevaron durante tres días consecutivos. Con ello se determinó que durmieron una media de seis horas. También se analizó la fragmentación del sueño, lo que evidenció que las personas con el sueño más interrumpido tenían un rendimiento cognitivo deficiente una década después. De 175 individuos con más interrupciones en el sueño 44 presentaron problemas. Por el contrario, sólo 10 de las 176 personas con menos interrupciones a la hora de dormir evidenciaron anomalías una década después.
Los participantes en la investigación también informaron cuando se acostaron y cuando se despertaban además de completar una encuesta sobre la calidad del sueño. A mayor puntuación, peor calidad del sueño.
Así pues, la investigación determinó que los individuos con mas problemas a la hora de dormir tenían más del doble de probabilidades de tener afecciones en su rendimiento cognitivo en comparación con las personas que tenían menos problemas para dormir. Aunque los propios autores del estudio considera que es necesario investigar mucho más sobre el tema, sí que son capaces de establecer una conexión entre dormir mal entre los 30 y los 40 con la aparición posterior de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
