Determinadas características de las personas nos pueden servir para saber si estamos ante buenas o malas personas
Estamos hartos de escuchar en nuestro día a día que si fulanito es mala persona o que si menganito es peor, pero, ¿realmente podemos tener indicativos de lo que es una mala persona cuando la tenemos en frente? Por lo general siempre son opiniones o apreciaciones que vienen de nuestra mente, principalmente propiciadas por situaciones que nos han sido desfavorable con esa persona, por tanto tienen un marcado carácter subjetivo.
Definir una mala persona se antoja complicado y más teniendo en cuenta que puede ser un carácter volátil, ya que se debe partir de la base de si una mala persona lo es de nacimiento o desarrolla esa maldad conforme va cumpliendo años.
Quizás no se tiene en cuenta que detrás de esa maldad que puede tener una persona van un cúmulo de malas experiencia y frustraciones que hacen que desarrolle esa actitud. Determinados traumas vividos cuando una persona está en esa fase de crecimiento donde los niños son esponjas hacen que se pueda entender mal esa situación y que en un futuro tenga una mala ejecución.
Las malas personas son fácilmente identificables
Hay determinadas rutinas que nos pueden ayudar a seleccionar quienes son malas personas. Generalmente son personas egoístas que tienen una mala o nula empatía con el resto. No llegan a entender la postura o sentimientos de quien tienen enfrente y muestra una actitud pasiva hacia ellos.
Son personas con las que pasar el día a día se hace cuesta arriba por la generación de conflictos que crean. Con ellos se sufren momentos incómodos, bien por posturas que mantienen en sus conversaciones o por sus acciones.
Se trata de personas que hacen daño de forma consciente y siempre son a personas que están en su círculo más cercano. En casos más profundos incluso disfrutan haciéndolo por lo que la crueldad alcanza ya unos niveles insospechados.
Siempre suelen ser personas inteligentes que no utilizan ese plus que tienen para generar el bienestar, siempre intentan sacar tajada de cada situación por lo que son grandes manipuladoras. El chantaje emocional es siempre la estrategia que utilizan para conseguir sus propósitos, aprovechándose de esas personas que nunca saben decir no, que se convierten es sus principales y víctimas favoritas.
No son amigos del respeto y siempre se toman unos privilegios que no son tales ante personas que no conocen de nada. Por lo general, suelen cogerte siempre el codo, sin tener el más mínimo reparo.
Y por supuesto, su ego no les deja ver la situación que realmente tienen y viven. Piensan que son mejor que resto de los mortales y no se preocupan en esconderlo.
