Si quieres que tu ropa deje de oler a humedad este es el truco que debes usar en tu lavadora: no lo creerás, pero es fácil y muy económico.
En pleno otoño y en los días de constante lluvia resulta difícil que nuestra ropa se seque rápido conservando ese delicioso olor a limpio. Es por ese motivo por el que muchas veces ponemos lavadoras y preferimos dejar la ropa dentro del tambor con la esperanza de que paren de caer gotas. Sin embargo tenemos que decirte que esta no es la solución. Tampoco poner 20 veces más tu lavadora, cambiar de programa o añadir litros y litros de suavizante.
En los últimos años se han puesto de moda numerosos detergentes y suavizantes que prometen revolucionar el mundo textil, pero que son tan ineficaces como costosos. Ninguno de estos trucos que el marketing actual nos ha inoculado en el cerebro es tan eficaz y barato como el que hoy os traemos. Sigue leyendo y descubre la mejor forma de que tu ropa no coja ese horrible olor a humedad.
Tu ropa siempre olerá a limpio: el truco más sencillo y económico del mercado
Quizás ya lo tengas en tu cocina porque estamos hablando de nada más y nada menos que el vinagre blanco. Este tipo de vinagre obtenido de la fermentación del alcohol etílico, tiene múltiples usos para la limpieza. A lo mejor ya lo has usados con anterioridad, para limpiar cristales, para desincrustar la cal o desatascar desagües, pero seguramente nunca se te haya ocurrido añadirlo en tu rutina de lavado de ropa.
Sabemos que puede resultar extraño y que quizás no te resulte seguro de usar o te preocupe que deje demasiado olor a ensalada en tu ropa, lo cierto es que no tienes nada que temer. El vinagre es totalmente seguro de utilizar y no se quedará impregnado en tus camisas. Pero debes asegurarte de que esté destilado para evitar que tenga taninos (sustancias naturales que se encuentran en la uva) o colorantes que tinten tus pantalones.
Por otro lado, donde lo eches también influirá en su eficacia. Dependiendo del tipo de lavadora que tengas, carga frontal o carga superior, deberás añadirlo de una forma u otra. En el primer caso lo incluiríamos en el cajón del suavizante, mientras que si es del segundo tipo lo haríamos directamente en el tambor.
