Lo que puedes hacer después de comer para cambiar tu vida

La rutina de caminar después comer puede ser un paso importante para mejorar no sólo tu salud corporal, sino también la mental.

Si eres de aquellas personas que después de comer suelen dormir la siesta, este artículo te puede ayudar a mejorar tu salud mental y corporal. Lo mismo sucede si después de la cena te acuestas inmediatamente o si, tras el desayuno, te sientas en un sofá o en una silla frente al ordenador para iniciar tu trabajo diario.

Caminar después de las comidas
Caminar después de las comidas puede darle un cambio radical a tu vida (Fuente Ansa) dieta.com

Para cambiar o mejorar tu vida no tendrás que hacer ningún esfuerzo sobrehumano. Tampoco deberás “gastar” mucho tiempo de tu jornada. Y mucho menos dependerás del dinero que tengas en tu bolsillo, sea bastante, poco o nada. Para mejorar esa vida sólo te alcanzarán diez minutos. Si caminas durante diez minutos después de las comidas, y si lo haces diariamente, verás cómo te empezarás a sentir mejor.

Los beneficios de caminar diez minutos después de las comidas

Ya sabemos que al realizar ejercicios físicos aumenta el flujo sanguíneo del cerebro, razón por la que se liberan nuestras endorfinas. Pero no estamos aquí para hablar de ese tema: ahora te contaremos por qué caminar aunque sea diez minutos después de las comidas es muy necesario e importante.

Los beneficios de una buena caminata
Son varias las razones para empezar a caminar todos los días (Fuente Ansa) dieta.com

La primera razón es obvia: colabora para mantener o perder peso. Al caminar, perdemos energías, vamos quemando calorías. Todo eso que comimos, se “gasta” y no se queda descansando dentro nuestro.

Por otra parte, mejoramos la digestión, un punto que no es menor, ya que los especialistas remarcan que algunos de nuestros cotidianos dolores nacen a partir de una mala digestión. Dolores estomacales o esa famosa hinchazón que puede derivar en diversas complicaciones. Si caminamos, reducimos este riesgo. Si caminamos, a su vez, se estimula el estómago y los intestinos.

Si caminamos, por otra parte, evitamos los altos niveles de azúcar en sangre, niveles que son propensos a provocar lo que se llama una saturación en los músculos y en el hígado. Si caminamos, además, reducimos la tensión arterial, el riesgo de infartos y el colesterol. Si caminamos, batallamos contra los problemas cardíacos.

Si caminamos, entre tantos beneficios, estamos más cansados a la noche y, a lo mejor, mejoramos nuestro sueño y descansamos mejor. Sólo bastan pocos minutos por días…

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