El aburrimiento tiene una función muy importante en nuestro día a día pero tenemos que saber identificar su porqué
El aburrimiento no solo es cosas de los pequeños, de esos niños que rápidamente se cansan de todos los juguetes, de todas las invenciones y esbozan ese típico “estoy aburrido”. Esa expresión también la tienen las personas adultas, y jóvenes, aunque no la aireen tan libremente como los pequeños. Pero sí es cierto que cumple una función en nuestras vidas.
El aburrimiento habla de aquellas cuestiones que nos producen poco interés, ya sean acciones actuales o futuras. Son aquellas actividades que carecen de motivación, por ello nos cuesta un mundo realizarlas y llevarlas a cabo. La importancia que tiene el aburrimiento en nuestras vidas es vital, ya que consigue identificar esas acciones y nos hace replantearnos si son necesarias para nosotros y cómo podemos sustituirlas.
Su función es la de permitirnos una evolución en lo personal a través de la alarma que activan cuando algo no nos supone una motivación, pasando a una fase incluso de hastío. Si llegamos a experimentar un estado de continuo aburrimiento e insatisfacción debemos acudir a un profesional ya que este estado puede derivar en una enfermedad mental.
Lo que revela el aburrimiento
En el momento en el que dejamos el aburrimiento a un lado experimentamos una sensación de alivio y descanso, pero se debe trabajar para lograrlo. En este punto debemos realizar nuevas acciones que puedan conllevar la motivación que necesitamos, por ejemplo emprender aquello que hace tiempo te estaba rondado la cabeza y todavía no ha empezado. Eso puede ser dar las clases de pintura que habías pensado, empezar un nuevo deporte o aventurarte con cualquier nueva actividad.
Tener experiencias con la naturaleza también puede ayudarte a despertar la creatividad que necesitas para dejar atrás el aburrimiento. Realizar largas caminatas contribuye a que tu cuerpo se active y la mente funcione mejor. Otras actividades como la jardinería son también muy importantes en estos casos por la atención que requieren.
La falta de motivación que supone el aburrimiento puede aliviarse con la entrada de nuevos conocimientos en tu cabeza. Afronta otras materias a través de la lectura para comprobar si te pueden interesar. Leer siempre es una buena herramienta para expandir el conocimiento.
Tómate el aburrimiento como esa alarma que salta en tu cabeza que te indica que tienes que explorar otros campos que pueden llevarte a una plena satisfacción emocional y personal. Es el verdadero sentido del aburrimiento en nuestras vidas y con el que tenemos que relacionarlo si en algún momento nos vemos frente a él.